La partida de ajedrez - Sofonisba Anguissola - 1555 óleo sobre lienzo - Muzeum Narodowe, Poznan, Pololia |
El ágil salto del caballo
la enfrentó al alfil pecador
junto a la torre sin homenaje,
con el pendón al vuelo,
sin reino, sin campo de batalla
y con el ejército rendido.
Los peones que la rodeaban
cayeron de bruces al fango del horror
y el rey vencedor
al pueblo, retira doblegado.
La reina ha caído
en la partida de ajedrez que es la vida.
Jaque mate.
En el desamor no hay tablas.
(MariluzGH)
Sí, caída la reina, el rey poco puede defenderse y el jaque mate es cantado. Esas cuatro generaciones de mujeres no dejarán caer a la reina.
ResponderEliminarY, desgraciadamente, en el desamor no hay tablas, tampoco en el amor.
Pues tengo que aclararte, María Jesús que no son cuatro generaciones. Son las tres hermanas de Sofisma Anguissola y la cuidadora que no las dejaba ni a sol ni a sombra...
Eliminarabrazo de sábado
Me encantan tus pinturas versadas. Es fantástico, lo que se puede percibir. No me había fijado en las cuatro generaciones que ha tan bien ha visto María Jesús. Me he quedado embobada en la partida; en el caballo tan poderoso, junto al alfil. Y sin dama, es difícil cubrir al rey. En cuanto a la sentencia final, nada más cierto. Las tablas no se dan en el amor. Frase que no se me olvidará, seguro. Besos, amiga.
ResponderEliminarYa digo a MariaJesus que no son cuatro generaciones...
EliminarMe gusta que te guste jajajaja ya hablaremos del tema
abrazos y ¡hasta mañana!
El ajedrez mi querida MARILUZ es un juego de estrategias, como en el amor... aun cuando no sean ni conscientes los jugadores, pero creo que sí que puede haber tablas en el desamor, a corto plazo no lo parece... a medio largo plazo si los jugadores son inteligentes y generosos sí... estoy convencida que sí. Tus letras desde luego son de jaque mate:-)
ResponderEliminarEste cuadro que jamás había visto, es muy curioso y especial, pero fijándome y leyendo los comentarios de Maria Jesús e Isolda.. no sé yo si hay cuatro generaciones, a mi me parece que caben tres posibilidades o es una madre y tres hijas, o una madre y su hija jugando con las suyas o dos hermana la hija de una y su abuela jajaja ¿lo ves? mil combinaciones como las opciones de movimiento en le tablero... me encaanta el ajedrez, pero soy malísima... eso de meditar despacio las jugadas, no me va... yo .. me acelero toda y me crujen ¡¡claro!!:-)
Graaaaacias por esto y por todo bonita.
Muuuchos besos MARILUZ y muuuy feliz finde.
Tú eres una mujer especial María, ves siempre el lado positivo y bello de las personas... entre enamorados no hay generosidades ni a la larga ni a la corta -por regla general.
EliminarY efectivamente, como ya he dicho, no son cuatro generaciones sino tres hermanas y su aya.
Ya me imaginaba que el ajedrez y tu sois incompatibles jajajajajajaja
Abrazos para ti, guapa
Por cier... espero que estés más animada bonita y sobre todo en paz... me da envidia cuando el otro día me decías que tú te lo tomabas todo con calma... somos el día y la noche en eso jajaja si nos mezclamos seguro que sale la medida justa.
ResponderEliminarCuídate mucho y ánimo... tienes mucho y bueno preciosa.
Estoy en la calma que permiten las circunstancias, María. Nos cuidamos ambas ¿vale?
Eliminarahora un beso
Un beso con mi admiración plena para la poetisa, la socióloga, politóloga, filósofa y tantas áreas más de la misma amiga, que bien puede jugar ajedrez, o verlo, o criticarlo, o sublevar a los peones...
ResponderEliminarBeso para ti, Sarita. Me halagas :)
EliminarQue maravilla...me he podido sentir en el campo de batalla, entre los sonidos de la guerra.
ResponderEliminarPobre reina abatida bajo un rey fustigador.
Eres increíble mi mami querida.
Un super beso.
Todos luchamos en la misma batalla
EliminarOtro supergrande para tis, Bea :)
UN CIERRE MUY VERTICAL, TAJANTE, CERTERO.
ResponderEliminarUN ABRAZO
La vida misma, estimado poeta
EliminarUn abrazo para ti
Que casualidad nos hemos cruzado en nuestros blogs...por si no lo lees. El bebé no es mio. Es de una buena amiga.
ResponderEliminarUn beso, guapetona.
Felicidades a ambas :)
EliminarEn el desamor no hay tablas, pero posiblemente, tampoco vencedores. Todas las fichas caídas sobre el tablero.
ResponderEliminarSugerentes imágenes. Abrazos
El club de los perdedores...
Eliminarabrazos, Amando :)
¡Qué bonito cuadro y qué bonito poema te inspiró!.
ResponderEliminar¿Sabes?. Yo creo que, en esta vida, sólo existen las tablas en el ajedrez.
Besos y abrazos elevados al cubo, bichi.
Me gusta que te guste, Mar :D
EliminarTambién me gusta que pienses así, pero no lo comparto, pero me quedo con todos los besos y abrazos y los multiplico para ti, bichito azul :)
Me gustan las miradas del cuadro, son todo un diálogo. No soy de ajedrez y por ello quizás prefiero creer que las tablas no existen, ni en la vida ni en el amor, todo tiene una continuidad, antes o despues.
ResponderEliminarUn besazo, y buen finde
A mi también me llamó la atención las miradas del cuadro.
EliminarY el saber que lo pintó una mujer ¡en el Renacimiento! me animó a escribir :)
Besazos para ti
En el desamor no hay tablas ni balas que maten el dolor.
ResponderEliminarBellisimo Mariluz, como siempre consigues acariciar sentimientos.
Un beso
Eso pensaba yo, Caroline... eso he aprendido con los años.
EliminarMe anima saber que te gusta :) dos besos para ti
No. No hay tablas. Siempre pierde uno.
ResponderEliminarLo que si gana una es leyendo poemas como este tuyo.
Besos
gracias Trini, viniendo de ti es un empuje a seguir trabajando las palabras :)
EliminarBesos
A mi lo que me sorprende un poco ( debido a mi ignorancia en el tema, supongo) es que este lienzo sea de una pintora, y no por creer que esta actividad sea sólo de varones, si no porque imagino que en aquella época la mayoría de los pintores eran del género masculino.
ResponderEliminarEn fin...
El ajedrez siempre me ha parecido un juego un tanto artístico, y tu como siempre fantástica a la hora de escribir.
Un abrazo hermosa.
Así es Ella, Sofonisba Anguissola fue una adelantada a su tiempo. Su padre era un hombre de mente abierta y educó en las artes a todas sus hijas donde Sofonisba destacó sobre las demás, con 27 años llegó a ser pintora de la familia de Felipe II (de quien pintó uno de sus retratos más conocidos, atribuido originalmente a un hombre).
EliminarGracias por tus palabras :)
Dos abrazos para ti
Gracias, Gata :)
ResponderEliminarun abrazo
Siempre hay oportunidad de otro juego Mariluz, aunque siempre estaremos jaque ante los juegos que nos depara la vida, un placer
ResponderEliminarun abrazo
cariños