12 de febrero de 2023

Todavia

 


Siempre me imaginé con pelo gris, 
ya que desde muy joven peiné hebras de plata,
que nunca quise pintar.

Me imaginé en soledad,
entre paredes vestidas de libros viejos;
junto al mar rompiendo entre rocas firmes;
mirando el atardecer
mientras muere la tarde.
Nunca fui de amaneceres,
salvo en casos puntuales
como aquellas noches de fiesta, 
que se alargaban sin remordimientos.

Me imaginé viajera con un solo idioma, 
porque no tiene que ser dicho o escrito
todo cuanto sentimos.
Los sentimientos se demuestran.
No necesitan palabras.

Me imaginé con las manos vacías
para poder ir llenándolas
y vaciarlas al momento siguiente,
cada día, para que nunca llegue el hastío
y estar dispuesta a aprender algo nuevo.
Aunque mi memoria ya no sea la mía.

Me imaginé Viva,
pero no porque tenga miedo a la muerte
—que no la temo y tampoco busco ni echo de menos—;
me imaginé viva y aquí estoy, cumpliendo 67 años.
¡Quién lo diría!

Y porque estoy viva, agradezco a la Vida: 
la familia que tengo;
que no vivo sola —aunque sí junto al mar—;
que, por dentro, sigo siendo esa niña seria
que se ríe de todo, casi feliz,
y llora hasta con los dibujos animados.
Agradezco saber disfrutar sin grandes cosas
y vivir sin grandes carencias.
Agradezco vivir. 
Todavía.

MariluzGH