Al filo de la noche - David Austen - 1991 óleo sobre lienzo - Hayward Gallery, Londres |
En la noche oscura
la luz no alumbra, engaña,
y devuelve mi reflejo
en el cristal de la ventana.
Pero el silencio es cómplice
de todo cuanto oculta mi mirada.
El farol esquinero
revela esa sombra lánguida
que huye de mis desvelos,
buscando abrazos soñados,
quemando besos
y tejiendo palabras.
Al viento que no mueve sus ramas
le ha salido un rival en la palmera:
la sombra alargada del ciprés
y la fina silueta de una guadaña.
La luz de la noche oscura
no alumbra, engaña.
Veo tu figura frágil sonriendo en el jardín
y veo tus ojos y el temblor de tu mirada,
veo tus pálidos labios
y tu frente sin cicatrices del tiempo.
Al filo de la noche y la mañana
la noche oscura no alumbra,
devuelve mi propio reflejo en la ventana.
(MariluzGH)
Sensación de profunda intimidad.Un beso
ResponderEliminarA veces los recuerdos se hacen presentes y se manifiestan sin pedir permiso.
EliminarBeso para ti, Fio
Lo malo es cuando no nos gusta el reflejo de nosotros que vemos en la ventana. Evocador. Un abrazo.
ResponderEliminarCierto, Amando... también se me han presentado algunos de esos rasgos.
EliminarUn abrazo, poeta.
Esos recuerdos, que nos traen a todos de cabeza... ¡O esta vez son anhelos?
ResponderEliminarUn abrazo, amiga
QUEDÉ SIN PALABRAS.
ResponderEliminarUN ABRAZO