11 de agosto de 2012
Sopor
Cuando abrí los ojos le vi ahí de pie, mirándome fijamente; con ese gesto de perdonavidas que nunca he soportado en nadie, menos aún en un hombre; guardaba silencio, esperando una reacción que el sopor había borrado de mi sistema nervioso. Sentía millones de hormigas correteando por mis venas mientras todas las articulaciones permanecían agarrotadas y ancladas en posturas inverosímiles; como selladas con cemento. El sudor bañaba todo mi cuerpo con gruesas gotas que se deslizaban lenta y pegajosamente desde mi frente a la comisura de mis labios y desde el cuello al vertiginoso canalillo de mis senos. Sus ojos no desviaron la dirección penetrante de su mirada.
Poco a poco fui recuperando el dominio de mis sentidos; la percepción del entorno; la localización exacta. Mis ojos dejaron de ser sensibles a la luz; mis oídos captaban el leve zumbido del aparato de aire acondicionado.
Y sonreí.
Sonreí sin ningún temor a la figura estática y cómicamente feroz que me miraba desde la televisión.
Apagué el vídeo y juré no volver a dormir la siesta en el sofá.
(MariluzGH)
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Será por eso que no pongo la tele, por si me duermo y tengo un pésimo despertar:)
ResponderEliminarBuen micro
Besos
Muy bueno, Mariluz. Las siestas descolocan, a veces. Uno tiende a confundir realidad y deseo. ¿Y si fuera verdad?
ResponderEliminarBesos que lleguen por el mar.
Eso, ¿y si en una de las siestas se cumplen los sueños?
ResponderEliminarSigue siendo tú, que es lo importante.
Estupendo texto, Mariluz.
Un abrazo cariñoso y gracias por tus amables comentarios en mi lugar.
(¡Y el "Lolilla" me encanta!)
Las siestas de verano son terribles ;)
ResponderEliminarBesos!
Muy bueno, Mariluz. Aunque a mi esa mirada, me pone (y esa boca).
ResponderEliminar¡ja ja ! Buen relato Mariluz y mejor remate
ResponderEliminarUn abrazo
Buen texto, Mariluz, un beso.
ResponderEliminarHD
MUY CREATIVO TEXTO.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Bueno si los ojos que te miran son esos, pues que miren, que miren.
ResponderEliminarUn abrazo
Por un momento he sentido miedo, pero luego le he visto a el, te he contemplado a ti y me a apetecido invitaros a unas cañas.
ResponderEliminarUn besote
Yo volvería a dormir en ese sofá, me encantó.Un beso
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