Antigua estación de Xátiva. |
El sol implacable dibuja inquietantes figuras en el andén desierto de la vieja estación. Ráfagas de ardiente viento remueven la hojarasca y ramas secas, silbando por entre las rendijas de la madera podrida de un tejado sin tejas y unas ventanas desnudas de cristales y persianas.
La vieja estación languidece silenciosa y lúgubre mientras ella "con su bolso de piel marrón" sigue esperando tu regreso. En tanto tú, cadáver sin identificar, yaces momificado en una cámara frigorífica de una morgue abandonada.
(MariluzGH)