Fotografía de Jamie Beck del blog "From me to you"
Iba deprisa pero atenta a la gente que se me cruzaba. Los lunes la gente va caminando como zombis y aunque solo era media mañana ya se notaba, en muchas de esas caras, el cansancio de la semana que les quedaba por delante; mentalmente ya iban descorazonados por el trabajo atrasado que dejarían el viernes sobre la mesa bajo las carpetas bien ordenadas acumuladas del viernes anterior... lamentándose de que para las próximas vacaciones aún quedaban 350 días.
Lo vi esperando el verde del semáforo y en la primera mirada lo reconocí, pero guardé silencio. ¿Cuántos años han pasado desde la última vez que nos vimos.? Demasiados... y a ambos se nos nota. Pero sus manos siguen siendo hermosas. Y firmes. Lo sé porque he sentido de pronto sus dedos aferrarse a mi codo -como era su costumbre.
-¡Por Dios bendito, eres tú!... en todos estos años que he venido por la ciudad nunca nos habíamos cruzado. ¿Cómo estás? aparte de igual de guapa que entonces... ¿Tienes tiempo?... ¿tomamos un café?... no me digas que no.
-Pero bueno... sigues igual de impulsivo. ¡Suelta, chico! jajajajaja anda sí, vamos a tomar un café que estamos llamando la atención de toda la gente
-Impulsivo lo soy ahora... si lo hubiese sido en aquellos años tú no te me escapas
-¿Quéééé?... anda déjate de tonterías, siempre has sido igual ¿y qué quieres decir conque no me escapo? yo jamás estuve en tus planes, así que no me vengas con nostalgias de lo que nunca fue.
-Pero tú me conocías mejor que nadie. Incluso descubrías -antes que yo- si sentía algo especial por una o por otra chica; lo leía en tu cara. Yo era un libro abierto para ti. Tenías que haber imaginado a quién amaba realmente, a quién sigo amando tantos años después. Tú sabías que todas las demás eran un aprendizaje, un camino que tenía que recorrer hasta llegar a ti sabio y poderoso, para colmarte de todo cuanto necesitaras y no te marcharas a buscarlo fuera. Tú me conocías mejor que nadie. Tú sabías que te amaba.
-Y también sabía el Principio de Arquímedes y no por eso me hice matemática. Pero sí que me ayudó a no hundirme. Al principio -cuando te marchaste con aquella señoritinga- me sumergí en un pozo negro anegado por mis lágrimas, toqué fondo y decidí que no merecías ni uno solo de mis pensamientos, menos aún una más de mis lágrimas, te borré de mi vida y sufrí un empuje vertical y hacia arriba igual al peso de las lágrimas que vertí. ¿Y sabes qué? no me casé pero amé a cuantos quise y no a quienes me quisieron a mi. Y ahora, lo siento, me alegró verte y tomar un café, pero debo tomar un tren y éste ya tiene todos los billetes vendidos.
(MariluzGH)
Está bien aplicar el principio de Arquímedes con ese empuje hacia arriba en el volumen de las lágrimas desalojadas.
ResponderEliminarNadie merece el daño que provoca saltar una sola lágrima, pero con plastas como el que describes, lo mejor es coger el tren y no pensar más,"aguas pasadas, no mueven el molino"dice el apotegma.
Mereció en su momento el olvido y más al cabo de lo años,pero, mira que me da que los hombres perdemos la memoria.
Un placer.
Que placer que el tiempo ponga de nuevo a tu disposición la oportunidad de decir ¿queeee? !anda ya!
ResponderEliminarTomar el tren sin mirar atrás.
He disfrutado con tu relato Mariluz.
Un abrazo.
Un individuo asi, no merece ni una sola lagrima . Y menos mal, que no deja escapar el tren de la vida por un hombre de esas caracteristicas.Un beso guapa
ResponderEliminarY ahora, lo siento, me alegró verte y tomar un café, pero debo tomar un tren.........excelente respuesta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Isabel
Hola Mariluz.
ResponderEliminarEl tren solo pasa una vez y hay que saber tomarlo a a tiempo.
Tambien creo en el destino y opino que lo que no esta para mi no lo va a estar nunca por mucho que busque este fin.
Me ha parecido una historia muy interesante.
Gracias por compartirla.
Un abrazo.
Ricard
Mariluz,me encantó tu relato,ella manteniéndose firme y parando los pies al descarado de él.
ResponderEliminarHay trenes que no esperan...muy bello y real,Mariluz.
Mis besos y abrazo.
Pd:la música es deliciosa.
Señores así no merecen que se derrame ni una sola lagrima... pero al final muy bien que le habló... "debo tomar un tren y éste ya tiene todos los billetes vendidos".
ResponderEliminarExcelente relato.
Un beso.
NO dejas de sorprenderme con tu depurado estilo narrativo, Mariluz, tus cuentos me gustan por el ritmo y el hermoso modo de concluirlos.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte.
Leo
Derramamos lagrimas cuando damos prioridad a quien a nosotros, nos trata como opcion.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Mariluz.
Gracias por tu visita.
De gran belleza Mariluz, un desenlace de película... claro, ¡de buen cine!
ResponderEliminarUn abrazo con un poco de fragancia de anís.
USTED ESCRIBE DEL CARAJO!!!!!! ME FASCINA LEERLA.
ResponderEliminarBESOS
¡A buenas horas!
ResponderEliminarAhora que ya viene de vuelta, que seguramente no liga desde hace tiempo, que ya ninguna tontuela cae rendido a sus pies, ahora que ya es tarde para casi todo.
Esto que describes es típico de los "picaflor".
Ni una lágrima por tan poca cosa
Besos y aire.
Muy chula, sí señora.
ResponderEliminarPero yo creo que se equivoca, aunque con ello lleve la contraria a todos los que me preceden: si lo quiere, que lo disfrute; si no lo quiere, que se de el gusto de comprobarlo.
Yo ya tengo muchos años para el orgullo y esas tontadas.
Tal vez tuvo que esperar un poco, pero ¡se ha quedado tan a gusto! :)
ResponderEliminarDos abrazos grandes :):)
Ufff, Dignidad, fortaleza, sabiduría, madurez, amor, plenitud.
ResponderEliminarElla enseña, gracias por eso.
Besos por cuatro.
Dicen que la venganza es un plato que se sirve frio. Las lágrimas derramadas convierten en rencor todo lo que en su momento fue amor.
ResponderEliminarUn abrazo
La suerte de la protagonista fue tener ese tren con todos los billetes ya vendidos a mano.
ResponderEliminarNo merece la pena mirar atrás, amiga.
;)
Besos
Bendita sea la Matematica recreativa...
ResponderEliminarBendida sea...
Ah, todas las mujeres deberian conocer las viejas leyes matematicas...
Je,je,je
Un abrazo, amiga
Dicen que Arquímedes salió corriendo desnudo por las calles, cuando mientras se bañaba hizo un descubrimiento, estaba tan contento que olvido vestirse. En la historia, mucho más en calma, la protagonista, de alguna sale corriendo, le tomo un poco de tiempo, pero también descubrió que lo mejor, es alcanzar ese tren sin vuelta atrás, felictaciones Mariluz, un placer
ResponderEliminarsaludos
Que final más contundente. Siempre me gustaron los trenes, pero este más.
ResponderEliminarBlogsaludos
Precisamente hace menos de un mes estuve en la tumba de Arquímedes, en Siracusa. Le hubiera encantado ver aplicado su teorema en tu relato. Seguro.
ResponderEliminarUn beso,
Ricardo
:)
ResponderEliminarolé jaja
todo cuerpo sumergido experimenta un empuje vertical y hacia arriba igual al peso del cuerpo/fluido desalojado... por tanto, su peso era grande pero tu impulso y ascensión fue mayor...
me encantan estos encuentros donde se habla con tranquilidad y aplomo :)
un abrazo
Me ha encantado tu relato...todo momento llega...
ResponderEliminarun abrazo
Mariluz, has escrito un bonito e imaginativo relato, eres fuente de imaginación, y tus letras son tan variadas, desde poemas, a relatos, pasando por reflexiones, e imágenes, un placer estar entre tus blogs.
ResponderEliminarQuiero darte las gracias porque eres muy amable, por haber explicado en mi blog la manera de copiar la imagen, la verdad es que no entiendo por qué no la podéis copiar, yo sí he podido, la envié a dos personas que no podían copiarla.
Un besazo enorme.
Que bien escribes!!!! el final es buenísimo...mi querida amiga un placer venir a tu casa y leerte...hay que coger el tren no dejarlo escapar porque a la vuelta igual ya no para en nuestra estación...besitos con ternura.
ResponderEliminarMariluz,gracias por tus palabras siempre.Tu escrito nos muestra el orgullo y dignidad de una mujer que ha sufrido por alguien que no la merecía.No obstante,nos queda la duda,de si aún lo seguirá queriendo.Si es así,lamentará de nuevo haber subido al tren equivocado,perdiendo su última oportunidad.
ResponderEliminarMi felicitación por esa bella estructura y mensaje que nos deja.
Mi abrazo inmenso y mi ánimo siempre.
M.Jesús
No existe hombre en el mundo que merezca que una mujer derrame una sola lágrima.
ResponderEliminarMe encantó tu relato.
Un millón de besos y abrazos apretaos.
PD. Me alegro estar de nuevo por aquí y encontrarte siempre.
Ese café y conversación fue más que un desahogo. ¡Bendito sean los instantes perfectos que el tiempo con sus vientos regresa!
ResponderEliminarPara vos un abrazo, admirando como siempre tus formas con las letras. Besos, hermosa.
y qué fue de Larisa?
ResponderEliminarentonces de verdad se fue?
pero su marcha no está causada por R. M, no o si?
Guapaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa y olé.
ResponderEliminar¿Sabes algo de Larisa?Está missing.
Besos.
aveces tomamos trenes sin destino otras destinados busando parajes en nuestra memoria me encanta la melodia de candilejas preciosa besitos de gaviota en vuelo.
ResponderEliminarUna señora con un par de ovarios bien puestos. Pero su sentido del humor, su ironía es genial.
ResponderEliminarNo sabía que el principio de Arquimedes podía tener otras utilidades.
Abrazo.