El juego - Bruno Liljefors - 1888 - óleo sobre lienzo Nationalmuseum, Estocolmo. |
Agito las manos
y el dado gira frenético
a la espera de ser liberado.
"El siete. Impar y negro"
dice la voz metálica del croupier,
"la banca gana".
-Como siempre-, digo yo.
Me giro y estoy en la playa,
unos niños corren tras las olas
que se han adentrado ruidosas
después de besar la orilla.
"No os alejéis"
dice una madre preocupada.
-Ya lo harán algún día-, digo yo.
Desando mis pasos
y unos jóvenes en las dunas
practican el juego del amor.
"Te amaré siempre" -dice ella.
"No habrá nadie más que tú" -dice él.
Demasiadas promesas,
-mienten los dos-, digo yo.
(MariluzGH)
Ingenioso poema y con tu sello, amiga malagueña
ResponderEliminarUn abrazo fuerte
Siempre me alegra verte tinerfeña cariñosa :)
Eliminarfuerte para ti también
Con las prisas y las urgencias actuales, los "siempre" no duran más de un par de meses... Besico, Mariluz.
ResponderEliminarBeso para ti, Dieguique. Paso a verte :)
EliminarHola Mari luz, que grata sorpresa encontrar tu blog, estaba buscando imagenes de farolas para un trabajo que estoy haciendo y encontré tu blog, despues me deslice por este otro y me admiré de todo lo que por aquí tienes, que alegría dar contigo, bueno por si no te acuerdas de mi soy Puri de la esfera cultural . Esta visto que este mundo es un pañuelo y mira que hay farolas que ver y voy y doy contigo, jejej.
ResponderEliminarEspero que me dejes ser seguidora de tu blog, si lo deseas pasa por el mío es mas humilde pero le pongo mucha voluntad.
Muchos besos, y nos seguimos.
Puri
¡Hola Puri! claro que te recuerdo; bienvenida :) espero que te hayan servido las farolas. Me encantan y las voy fotografiando por donde voy :)
EliminarBesos. Nos seguimos