No olvidé el camino
es que allí no hay nadie
sólo las cenizas sin identidad
y vuestros nombres en el mármol
blanco y frío como la soledad
que se acomodó en el alma.
No olvidé el camino;
cuando quiero verte miro a tus hijos
y a tus nietos
y tus bisnietos;
ellos, los más pequeños,
me regalan los abrazos
que me robó la muerte
y se abrazan a mis piernas
esperando que los eleve sobre mi cabeza
como tú hacías conmigo, tato,
cuando íbamos a la playa;
ellos que me besan entre sonrisas
como tú mamá me besabas.
No olvidé el camino
es que allí no estáis,
son solo cenizas que ya no me abrazan
MariluzGH)
A mis padres:
Diego González Alarcón 08/09/1920-30/11/1992
Carmen Hidalgo Rodríguez 21/11/1921-23/07/2006
Fotografía encontrada en la red
La muerte duele y mucho, pero no nos aleja del amor y de los hermosos recuerdos de aquellos que estuvieron físicamente con nosotros, como dices, son el camino que nos une.
ResponderEliminarAunque incomprensible, la muerte es parte de la vida.
Un fuerte y sentido abrazo mi gran señora.
Bellas letras para tus padres, Mariluz..
ResponderEliminarBesos
Pues, sí: todos viven en cada uno de nosotros. Nada hay en el cementerio más que la vanidad y la apariencia.
ResponderEliminarCoincido plenamente con María Jesús.
ResponderEliminarAllí no hay nadie, están dentro de cada uno y compartiendo nuestra vida diaria.
Precioso, Mariluz.
Un beso.
Cuando me miro al espejo, veo la mirada de mi padre. Sonrío como mi madre. Sus cuerpos no están, pero sus genes viven conmigo.
ResponderEliminarAbrazos miles,
Bellisimo Mariluz, yo tampoco visito cementerios yo regreso a los recuerdos ese universo donde todo vuelve a ser posible.
ResponderEliminarBesotes guapa
Y que si te abrazan desde mis creencias, igual que yo te abrazo, sin que nos hayamos visto jamás y sin embargo te quiero.
ResponderEliminar¡Qué decir Mariluz! Es precioso, triste y cierto. Así que recordémosles cada día en los que les sucedemos. Podemos transmitir sus historias a los que van detrás y así permenecerán en nuestros corazones.
ResponderEliminarQueridos amigos, gracias a todos por estar aquí.
ResponderEliminarAbrazos y besos
¡Qué preciosidad, Mariluz! Se nota que lo has escrito desde muy adentro...
ResponderEliminar... DESDE MUY ADENTRO. ME MOVISTE. CREO QUE LLORASTE.
ResponderEliminarBESOS
No olvidaste nada, es que no es ese el camino, el sendero más luminoso y placentero es el del recuerdo cuando no se puede transitar uno real y no por ello más verdadero
ResponderEliminarEs asì como lo decìs.Un abrazo
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