--Queriendo capturar los viejos sueños
Transité, zigzagueando los senderos,
crucé vados, los arroyos, los esteros
y finalmente, me encontré con un espejo.
--Y la imagen fantasmal que me miraba,
reía sin parar, con grandes carcajadas
¿Qué vienes a buscar? Ya, no soy nada
mi tiempo ya pasó y, tal vez el tuyo.
--Un viento helado acarició mi espalda
sofocáronse mi pecho, y mi alma
he buceado laberintos de la muerte,
que con más fuerza, cada día me llama.
--La primavera estalla por doquier,
cuaja en pimpollos y frutos la alborada
como queriéndome decir: ¡Detente!
renacerá la vida y la esperanza.
--¿Quién diría, que tanta calidez?
no atempere, de manera alguna,
la soledad profunda que hoy siento
y no inunde de luz, ¡Tanta amargura!
(Susana Gutiérrez Calderón)
Como cada poesía de Susana Calderón tiene toda la fuerza y la descripción que se encuentra sólo enlos relatos. Suele hacer en una poesía una historia más que compelta de vida.
ResponderEliminarEs desgarradora... auténtica...
ResponderEliminar¡me encanta! y la conocí gracias a ti y tus blogs :-)
suerte que tiene una :-))